Un informe de criminología elaborado por la Policía Federal confirma que Paloma Gallardo y Josué Salvatierra, los adolescentes de 16 y 14 años que fueron encontrados asesinados en un descampado de Florencio Varela, sufrieron un robo y que habrían sido atacados por dos personas.

Según el documento al que accedió la agencia Noticias Argentinas, varios factores influyeron en la perpetración de los crímenes, entre ellos la elección de los damnificados, las lesiones (rostro y cabeza), la escena y “el tipo de arma que se debió haber usado para provocar el daño anatómico que indicaría al menos dos elementos diferentes”.

El escrito sostiene que dos sospechosos habrían agredido a Paloma y Josué, quienes se encontrarían indefensos, a la vez que los implicados conocerían y frecuentarían la zona, “lo que permitiría que se desplacen con seguridad y eficiencia”.

“El modo de ataque (motivación e instrumentación) es tosco y poco sofisticado, quedando los criminales limitados a situaciones marcadas por el oportunismo y el grado de vulnerabilidad de las víctimas, siendo entonces el botín pobre, pero a un costo elevado para las víctimas por el grado de las lesiones”, agrega el documento.

Además, el texto resalta que los asesinos habrían descartado las armas (piedras) utilizados en el hecho a fin de no ser identificados.

“En las primeras horas se consideró la posibilidad de un secuestro en base a lo manifestado por diferentes testigos, quienes refirieron que los adolescentes podrían haber subido a un auto rojo por lo cual se hace la denuncia a la Coordinación Nacional de Rescate y acompañamiento a Víctimas del Delito de Trata de Personas (línea 145)”, consigna el informe incorporado al expediente.

Otra de las hipótesis que se barajaba es que los adolescentes habrían sido testigos de un ilícito por lo cual los asesinaron de manera brutal en el descampado de Bosques.

Conforme a fuentes de la causa, el padre de la víctima declaró que “cuando fue a reconocer a su hija a la morgue judicial observó hematomas en la zona de los senos y la pierna izquierda, así como también excoriaciones en la zona de la entrepierna, se deja constancia que en la autopsia y en el informe ampliatorio médico legal ambas descartan la posibilidad de una agresión sexual”.

Asimismo, resultó negativo el peritaje realizado al teléfono incautado en el galpón lindero al terreno baldío, por lo que el dispositivo fue devuelto a su propietaria, mientras que otros dos vecinos prestaron testimonio ante el fiscal Darío Provisionato.

El 30 de enero, los jóvenes desaparecieron cuando presuntamente se dirigían a un gimnasio y los cuerpos fueron hallados 48 horas después en el descampado.

La autopsia reveló que la adolescente de 16 años falleció a causa de una “lesión cerebral” provocada por una “fractura de cráneo” y un “traumatismo encéfalo craneal grave”, mientras que el menor de 14 murió como consecuencia de una “hemorragia cerebral”, también con “fractura de cráneo” y “traumatismo encéfalo craneal grave”.

La causa se encuentra caratulada como homicidio criminis causa (matar para cubrir otro delito).

A nueve meses del doble crimen, la investigación no tiene detenidos.